Sin un fuerte deseo es difícil poner en marcha todo lo demás. Uno
necesita una pasión extraordinario para poder encadenar el resto de las
cualidades para triunfar. Esto es la base fundamental del éxito. Sin
deseo, no hay más.
Cada persona que vence en cualquier empresa debe estar dispuesta a
quemar sus naves y eliminar todas las posibilidades de dar marcha atrás.
Solo así puede tener la seguridad de mantener ese estado mental
conocido como deseo ardiente de ganar sencial para el éxito. Todo ser
humano que alcanza la edad de comprender la razón de ser del dinero,
quiere dinero. Quererlo no basta para acumular riqueza. Pero desear la
riqueza con un estado mental que se convierte en una obsesión, y luego
planificar formas y medios definidos para adquirirla, y ejecutar esos
planes con una perseverancia que no acepte el fracaso, atraerá la
riqueza.
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