Para comenzar a tener éxito todos necesitamos tener algo que vender. Nuestras calidades y conocimientos son lo que aportamos. Si uno no tiene ningunos conocimientos o habilidades especiales no puede aportar ningún servicio a nadie.
Hay dos clases de conocimiento. Uno es el conocimiento general; el otro, el especializado. El conocimiento no atraerá el dinero, a menos que esté organizado e inteligentemente dirigido mediante planes prácticos de acción, para el objetivo preciso de la acumulación de dinero. Un hombre educado no es, necesariamente, alguien que tiene abundancia de conocimientos generales o especializados. Un hombre educado es el que ha cultivado las facultades de su mente de tal manera que puede adquirir cualquier cosa que se proponga, o su equivalente, sin violar los derechos de los demás. Antes de que pueda estar seguro de su capacidad para transmutar el deseo en su equivalente monetario, usted necesitará conocimientos especializados del servicio, mercancía o profesión que se propone ofrecer a cambio de su fortuna. Antes que nada, decida el tipo de conocimientos especializados que necesita, y la razón de esa necesidad. En gran medida, el propósito primordial de su vida, el objetivo por el que usted se está esforzando, lo ayudará a determinar qué conocimientos necesita.
¡Tanto el éxito como el fracaso son, en
gran medida, el resultado de la costumbre! ¡No existe un precio fijo
para las buenas ideas! Detrás de todas las ideas hay conocimientos
especializados. Recuerde que la idea es la pieza principal de todo.
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